miércoles, 21 de julio de 2010

Ardiente verano del 91.

Antes de nada, dale al play:

Juventud
Libertad

Y una dosis de amor y cariño.





Querida Cecilia:


Me habría gustado mandarte una postal como solías hacer tú, pero tenía demasiadas palabras y no me apetecía guardarmelas, que para guardar ya están los cajones. Lo que me ha pasado es que al ver estas fotos me he acordado de ti. Juventud, Libertad y Amor y cariño. Creo que no hay palabras que mejor te definan que esas.


Juventud, la valorabas como nadie. Cómo te gustaba soñar, irte de camping, volver y decirme: ¡es lo mejor, era tan Woodstock!. Vivir en los 60 y pensar que todavía quedaban los 70. Nos gustaba tanto el pasado que estábamos felices por vivir en el presente y así imaginar cómo habrían sido las cosas tiempo atrás. Trasladarnos con las fotos, embriagarnos con la guitarra de Hendrix, que Simon & Garfunkel te cantaran o ponernos en situación con un poco de Marihuana. Mmmm las "tramas", como nos gustaban las "tramas", crear una a la mínima oportunidad, que divertido era y lo mejor es que no nos salían del todo mal. Tus ataques de locura que todos conocíamos a la perfección y esas ganas locas de comerte el mundo que hacían que todos nos lo quisieramos comer contigo. Para ti era tan fácil soñar como mantener los pies firmes sobre la tierra, con esa serenidad que para mi tanto te caracterizaba y tanto me ayudaba.



Libertad. No había nada más libre que esa melena. La salvaje melena rubia. Esa que tantos te agradecimos que no te la hubieras cortado en uno de tus ataques de locura, o antisociales o simplemente en un día rabudo de esos en los que te apetece llevar la contraria. Bueno pensandolo bien no sé si prefería que te hubieras cortado la melena en esos días, así por lo menos no me habrías despertado... ¡qué va! en el fondo siempre te agradecí que me despertaras, además ahora lo echo de menos, desde que te has ido a Nueva York ya no hay quien realice esa llamada.


-Dime una peli anda.

-¿Una de Amor y cariño?

When a man loves a woman, creo que nunca lloramos tanto juntas como con esa película, menuda noche. Lo mejor era que nos reiamos de nosotras mismas a la vez que llorabamos como madalenas y lo peor es que tampoco nos había gustado tanto.

El cariño siempre lo tuviste ahí, yo sé que no lo sacabas de vez en cuando, sé que siempre estaba presente. En ese gesto, en esa palabra o en esa foto de tresmegapixeles daba igual donde, pero en un abrazo no lo ibas a encontrar. Amar eran palabras mayores, pero no he visto a nadie tan enamorado, simplemente porque ese amor si que era juventud, si que era libertad y por supuesto, si que era cariño.


En Paris ya está anocheciendo así que me voy a despedir. Espero que esta carta llegue a tiempo y que los de la pasteleria tampoco se retrasen con la entrega de la tarta y si eso pasa, por favor, miénteme y dime que todo ha salido perfecto.


Feliz cumpleaños Candy.



Un piquito,
Berni.
(el que diga que esto no es amor de amiga se equivoca)